Responder a la pregunta sobre el papel de la Inteligencia Artificial (IA) en la digitalización empresarial no es una tarea sencilla, especialmente si consideramos que el «boom» de esta tecnología no es un fenómeno que haya surgido de la nada en 2025. Lo que sí ha ocurrido en este año es una potenciación absoluta de la IA, impulsada por la optimización de sus modelos y las capacidades que ahora nos permite desarrollar. No es, por tanto, algo totalmente actual en su origen, sino en su alcance y aplicabilidad. Este auge ya comenzó a sentirse de manera significativa entre 2021 y 2022, siendo el año 2022 un punto de inflexión clave con la publicación de la primera versión del LLM de OpenAI, por supuesto, ChatGPT. Esta herramienta revolucionó por completo la forma en que interactuamos con el «cerebro tecnológico» y, en un sentido más amplio, con la tecnología misma.

El papel que la IA juega en la digitalización empresarial es, sin lugar a dudas, absoluto y determinante. Lo que estamos presenciando y logrando a partir de 2025 es que esta integración sea mucho más industrializable, lo que implica una mayor capacidad de ser implementada a gran escala en diversos sectores y procesos. Además, se ha vuelto notablemente más escalable, permitiendo que las soluciones de IA crezcan y se adapten a las necesidades cambiantes de las empresas. En definitiva, la IA se está volviendo más global y su implementación se realiza de una manera mucho más rápida. Para comprender mejor su impacto, es útil analizar su influencia departamento por departamento dentro de una empresa, así como en el modelo de negocio general.
Marketing: La IA como motor de optimización y escalabilidad en contenidos
En el ámbito del marketing, la IA está destinada a transformar por completo la manera en que realizamos nuestras actividades diarias. Cambiará drásticamente el «cómo» hacemos las cosas, pero es crucial entender que no modificará el «qué» hacemos. Esta premisa se aplica no solo al marketing, sino a la mayoría de los departamentos. Fundamentalmente, la inteligencia artificial dentro del marketing se centrará en optimizar la creación de contenido en todas sus formas: vídeo, audio y texto. Esto significa que los procesos de generación serán más eficientes y de mayor calidad.

Además de la optimización, la IA permitirá que todo el contenido creado sea mucho más escalable. Pensemos en el contenido digital actual: si una o dos personas están dedicadas a la creación de contenido, es común que produzcan alrededor de cuatro o cinco artículos de blog a la semana. Con la ayuda de la inteligencia artificial, una sola persona, dedicando ocho horas, podría llegar a crear incluso diez o doce artículos en el mismo período. Esto representa un aumento significativo en la capacidad de producción. Lo mismo ocurre con las imágenes creativas.
Anteriormente, obtener diez o doce propuestas de diseño en un día era un buen rendimiento. Hoy, gracias a la IA, en un solo día podemos generar entre 100 y 150 propuestas. Esta capacidad masiva de generación de inputs hace que la creación sea mucho más simple y sencilla. Tendremos una cantidad ingente de opciones, lo que nos obligará a centrarnos en la toma de decisiones sobre esos inputs, un aspecto que abordaremos más adelante. La IA en la digitalización empresarial de marketing se convierte así en una herramienta esencial para la eficiencia y el volumen.
Ventas: La prospección masiva como nueva realidad con la IA
En el departamento de ventas, el impacto de la IA creo que superará las expectativas actuales de la gente. No se prevé que la IA reemplace la interacción humana con el cliente en las fases más avanzadas de la venta. Sin embargo, lo que sí tendremos es un «prospector de clientes masivo». Esto significa que podremos iniciar procesos de prospección para miles de clientes con un bot bien entrenado en automatización en cuestión de horas. Esta capacidad masiva podría, incluso, llevar a una prospección excesiva, lo que, en un futuro, podría generar debates sobre si la inteligencia artificial se convierte en una amenaza para la salud mental de las personas; un tema que sin duda merecería un artículo aparte.

Lo que es innegable es que la IA hará que la prospección de clientes, la identificación de potenciales clientes y la atracción de leads sean exponenciales, es decir, mucho, mucho más altas. No obstante, una vez generados esos leads, el factor humano seguirá siendo crucial para ver cómo se tratan, cómo se gestionan, cómo se analizan y, finalmente, si se concretan en una compra. La IA en la digitalización empresarial de ventas se enfoca en la eficiencia inicial, liberando tiempo para que los humanos se concentren en las etapas de mayor valor añadido.
Acelerando el desarrollo web con IA. El humano será imprescindible
El departamento de IT, lo que comúnmente se conoce como el área técnica o informática, incluyendo el desarrollo de aplicaciones web, páginas web y todo lo relacionado con la programación, ya está experimentando una transformación completa. Aquí, la dinámica será muy similar a la del marketing. La IA nos permitirá obtener una base de trabajo mucho más rápida. Es decir, la primera estructura de código en lenguajes como JavaScript, HTML, PHP, Next.js, o Node, se generará de manera mucho más veloz, consecuente y consistente, proporcionando una base sólida sobre la cual trabajar.

A pesar de esta aceleración, el factor humano en el desarrollo web aún tiene un largo recorrido. La capacidad de adaptar esa base web a las diferentes realidades y complejidades de las empresas, así como la gestión de las prioridades y la adaptación al modelo de negocio específico, seguirá requiriendo la intervención de una persona. La IA nos permitirá ser mucho más rápidos en la obtención de múltiples propuestas y una excelente base de inicio. Esto se traduce en una ventaja competitiva significativa para las empresas que sepan adaptarse a esta nueva era de la digitalización.
Aquellas que busquen un partner digital, como Digital Partner AI, para lograr estar entre las diez mejores páginas web de la manera más rápida y adaptada a su modelo de negocio, utilizando diferentes enfoques basados en la inteligencia artificial, se diferenciarán de las empresas que sigan trabajando con un modelo clásico de creación de marca digital y página web. Aquí hay un vasto terreno en el que jugar, y es precisamente donde Digital Partner AI está actuando. La IA en la digitalización empresarial de IT es un acelerador, no un sustituto de la creatividad y adaptación humana.
Datos: Un salto cuantitativo en el análisis la calidad humana Indispensable
En el área de datos, la IA nos permitirá dar un salto increíble. Ya nos está proporcionando una capacidad ingente para tratar, clasificar, organizar, presentar y, en definitiva, digerir una cantidad masiva de información. Sin embargo, la interpretación de esos datos seguirá requiriendo una gran dosis de intervención humana. El «cómo» se presentan, el «dónde» se presentan, la pertinencia de esa presentación y la forma de hacerlo creo que seguirán siendo decisiones humanas.
Lo que sí cambiará es la eficiencia. Una sola persona será capaz de trabajar sobre tres o cuatro conjuntos de datos gigantescos, una tarea que antes requeriría a dos personas para un solo conjunto. Esto hará que el proceso sea mucho más óptimo y potenciará enormemente el análisis de datos, así como la aportación y presentación de esos datos a los diferentes departamentos de la empresa. La IA en la digitalización empresarial de datos es una herramienta de procesamiento masivo que amplifica la capacidad del analista humano.
Estrategia y decisión: Apoyo crucial, pero la decisión final sigue siendo humana
Finalmente, llegamos a los departamentos de estrategia y decisión, que están muy basados en datos. Aquí es donde veo que la inteligencia artificial tendrá una entrada menos determinante. Sinceramente, no creo que estemos preparados, en los próximos cinco o diez años, para que la IA participe con un papel decisivo en la toma de decisiones estratégicas de una empresa. El papel que sí tendrá, y que ya está desempeñando de manera muy relevante, es el de la presentación y la digestión de todos esos datos que un comité directivo o una junta directiva maneja.

La inteligencia artificial trabajará en presentar informes en cuestión de minutos, informes muy adaptados y basados en el trabajo del ingeniero de datos, quien habrá utilizado prompts y diferentes esquemas de IA para facilitar esta información al equipo de estrategia. En esta área, la IA será de gran ayuda durante la próxima década. No obstante, en la toma de decisiones finales, siempre tendremos que tener presente y con un peso muy importante a una junta directiva. Esto se debe a que existen muchísimos intereses que escapan a la capacidad de la inteligencia artificial y numerosos factores humanos y no humanos que son muy difíciles de entrenar para que la IA los realice.
IA y digitalización empresaria, ¿Nos seguiremos fiando?
Esto se fundamenta en tres factores principales:
- Seguridad: No creo que estemos en el punto de poder confiar a la inteligencia artificial toda la información peligrosa o sensible que manejamos en una empresa. La confidencialidad y la protección de datos críticos son primordiales.
- Capacidad de Raciocinio Global: La capacidad de raciocinio de la IA, que debe tener en cuenta una visión global humana e integrar valores, visión y misión de la empresa, todavía está a un pequeño paso de poder ser realizada con la profundidad y el matiz que requiere.
- Falta de Confianza Humana: Como seres humanos, seguiremos valorando el contacto humano. El hecho de que la estrategia que se nos presente haya sido decidida por una persona y nos sea transmitida por esa misma persona seguirá siendo importante para nosotros.
Así que, incluso si la inteligencia artificial alcanzara el nivel de un humano para realizar estas tareas, creo que como sociedad y como humanidad no lo permitiríamos. Seguramente, este será el factor más determinante en el futuro. Seremos nosotros quienes elijamos que preferimos que sean las personas las que hagan las cosas y, al fin y al cabo, que tomen las decisiones que luego nos expliquen, y no que lo haga una inteligencia artificial. Creo que lo haremos, y sinceramente, creo que debemos hacerlo.