Hoy no vamos a divagar, hoy te traemos un artículo de un caso real que ha ahorrado pasta y que, además, lo ha hecho con una estrategia digital con sentido y escalable. CTO as a Service es la estrategia y 2750€ lo que se ha ahorrado por llevarla a cabo. Vamos a poner ejemplo claro pero no nombres y apellidos porque nos han pedido discreción. Y nosotros si nos lo piden, somos discretos. ¡Vamos a para allá!
La empresa se dedica a vender paquetes gourmet premium y lo hace 100% online, tanto por su web (que no tenían al empezar) como por sus canales de chat y telefónicos: básicamente WhatsApp, Telegram y teléfono de toda la vida.
Llegado el punto de empezar a vender más de 50 paquetes al mes y una facturación de unos 5000€ se pararon y dijeron: «Joder, esto puede escalar y además podemos automatizar muchas cosas con la IA que hay ahora. Desde responder a los clientes a volcar los pedidos en alguna herramienta». Y aquí empezó todo.
A por la agencia de marketing digital
Lo primero que pensaron Pepa y Juan es irse a la agencia de la ciudad más cercana a su pueblo. Cogieron el coche, visitaron a unas 5 agencias el lunes y se fueron para casa. Desde presupuestos de 7500€ solo para la web a servicios de 550€/mes para gestionar todo lo «IT» de la empresa hasta 2 millones de euros de facturación. Pepa y Juan flipaban, pero siguieron adelante.

En el resto de la semana hablaron con bastantes empresas, ya no solo de la ciudad más cercana, si no de toda la región. Al final hicieron un ranking y se quedaron con 3 propuestas que podrían encajarles:
- 7500€ por la web, un chat bot y un gestor de pedidos.
- 550€/mes por un servicio similar pero con soporte 12 h/5 días.
- 8000€ con todo incluido y un asesor estratégico durante 6 meses.
Con estas propuestas, se fueron a preguntarle a un amigo suyo que tenía un par de bares de copas y tenía un conocido que le hizo la web. Este hombre les dijo que era peligroso contratar algo en paquete porque luego no ibas a saber mantenerlo y que ahí te iban a crujir en pasta. Cuando salgan los errores y haga falta soporte. Entonces les recomendó contratar a alguien para la empresa. Un compañero.
Buscando candidatos y contratando
Juan y Pepa lo tuvieron claro. ¡Vamos a buscar a nuestro compi todoterreno del IT!. No parecía mala idea. Pusieron un anuncio en LinkedIn y otro en InfoJob. Los perfiles iban pasando. Más de 150 personas postularon en solo 2 días. Más de 30 entrevistas a la semana. Más de 50 personas diferentes en 8 días, y casi siempre lo mismo. No sabían hacer de todo y eran demasiado caros. Además, había que pagar seguridad social, contemplar las bajas, las vacaciones, los días de asuntos propios… ¡Qué agobio! Más de 3500€ para no tener nada garantizado.

Todo esto sin tener en cuenta que la mayoría de candidatos les decían que no les parecía un proyecto en el que fueran a encajar porque había demasiada incertidumbre y el sueldo no era gran cosa. Pepa y Juan no se podían permitir más, pero necesitaban ayuda. Necesitaban que alguien les dijese por dónde podían tirar para ir ganando terreno en el mundo digital.
Estaban un poco desesperados cuando Juan, un día en la ofi vio un post en LinkedIn que hablaba de un CTO as a Service. Algo que le sonó a Estados Unidos y demasiado complejo. Pero no, era Julián, un tío de Granada, que desde su despacho ayudaba a StartUps y PYMEs a digitalizarse por un modico precio. Fue a hablar con Pepa y…
¡Qué chollo el CTA as a Service!
Pepa le dijo que ni se lo pensase, que por una reunión no perdían nada. Juan le escribió a Julián y este organizó rápidamente una reunión con los dos. Jueves por la mañana, solo dos días después, y descubrieron algo que les cambió el chip.

Julián parecía un chico joven, con ganas y sin palabrejas raras, sin presupuestos interminables. Les generó incertidumbre, no lo entendían muy bien. Así que Pepa le preguntó claramente: «¿Me estás diciendo que por 350€/mes sin permanencia serías como un socio más de la empresa? Decidiendo lo mejor para el negocio y dejando todo documentado y formando al equipo…». Julián les explicó que sí, que sonaba raro, pero que él solo facturaba mes a mes y estaba con ellos hasta que lo necesitasen. También les dijo que podía estar con ellos solo algunos meses y si bajaban el número de pedidos y no facturaban tanto, que se podía parar por un tiempo ese servicio y luego volver. Y que, además, las herramientas que se usasen siempre serían propiedad de la empresa y él sería prescindible.
Juan tenía clara la siguiente pregunta: «¿Y tú qué ganas de esto?, ¿Lo haces por amor al arte?». La respuesta le cambió la forma de ver los negocios para siempre. Julián les explicó una cosa muy sencilla. Cuánta más capacidad de invertir tuvieran, mejor iría el eCommerce, más crecerían y más tiempo estarían confiando en él. Les devolvió la pregunta: «¿Imaginad que tengo 15 clientes como vosotros al semestre? Habrá proyectos que se caigan y otros que crezcan y del que yo sea Partner (clica para saber qué es ese modelo). Al final me aseguro que mis clientes tengan liquidez, cash flow, libertad de movimiento y estén menos estresados. Lo que hará que tenga más. En definitiva, si os va bien a vosotros, me irá bien a mi«.
Desenlace feliz con el CTO as a Service,
Pepa y Juan se fueron a su excel para hacer las cuentas y vieron que Julián podría costarles unos 3500€/año (no lo contratarían en agosto y septiembre porque ellos estaban de vacaciones y no vendían). No tenían ningún tipo de acuerdo, podrían probar por solo 350€ en un mes. Había libertad, menos miedo y menos incertidumbre. Por otro lado, la agencia más barata eran más de 600€ y con contrato anual y una contratación podría suponer decenas de miles de euros al año. Si la cosa no iba bien, podían arruinarse y dejar a alguien sin trabajo.
El final feliz te lo puedes imaginar, contrataron a Julián por 3 meses. Montaron la web y seguían vendiendo por WhatsApp y los pedidos de la web. Luego construyeron un sistema de pedidos muy bueno en otros 5 meses. Finalmente hicieron un chatbot para responder a las FAQs y poder pasar pedidos de forma automática al sistema de pedidos en otros 5 meses. Entre un proyecto y otro, el CTO as a Service no cobró, no hizo gasto para la empresa. Pero una vez se mantuvo todo, Julián entró a formar parte de la empresa como socio al 10%. Demostrado con resultados, producto final montado y todos felices.